Roberto Diago Querol: pionero entre representantes de la modernidad visual de la nación

Por Antonio Fernández Seoane
En 1941 la Academia de Bellas Artes San Alejandro graduó al joven habanero Roberto Diago Querol como Profesor de Dibujo y Pintura, que al año siguiente fue noticia en el ámbito de la visualidad cubana de la época por la Mención de Honor del XXIV Salón de Bellas Artes.
Antonio Rodríguez Morey, en su Diccionario de artistas plásticos relataría que Diago, «para darse a conocer concurrió a distintas exposiciones colectivas, entre ellas muy principalmente a los Salones Anuales del Círculo de Bellas Artes de La Habana, donde obtuvo distintos premios».
El novel creador además, comienza a presentar su obra en países como México, Estados Unidos, Haití, España, Suecia, Guatemala, Francia, la antigua Unión Soviética y Argentina, que «en el año 1946 celebró en el Museo de Bellas Artes de La Plata, una exposición de sus cuadros obteniendo un gran éxito», de acuerdo con la publicación de Morey.
Antes, en septiembre de 1945, a Roberto Diago lo nombraron Profesor Auxiliar de Paisaje y Colorido en la Escuela de Artes Plásticas de Matanzas, donde desarrolló una importante labor pedagógica, reconocida por personalidades y autoridades del arte en el país.
Sin embargo, abandonó temprano la línea académica, para integrarse a los grupos de renovación del arte cubano y convertirse en uno de los primeros creadores en incorporar elementos negros a la modernidad visual de la nación; al tiempo que trabajó tanto la pintura, el dibujo y el grabado en madera, como en la ilustración de infinidad de libros y realizando igualmente escenografías para teatro.
En la obra de Roberto Diago conviven elementos de la flora y la fauna caribeña abordados con una estética de lo fabuloso, así como la de la mitología africana, en tanto su sincretismo se aleja de los convencionales estereotipos de esta asunción para hacerse singular manifiesto de un arte transgresor e irreverente.
Obras suyas con estas características se encuentran en las colecciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana.
Después de haber fijado su residencia en España años antes, Roberto Diago Querol fallece en la ciudad de Madrid en 1955.
Este 2020, para celebrar el centenario del artista, su nieto (el también destacado y reconocido Roberto Diago Durruthy) prepara una exposición que, bajo el título de Homenaje, presentará obras de ambos creadores en la Galería Villa Manuela de la UNEAC en La Habana.

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