Por Roberto Pérez León
Rita Montaner llegó a ser la consagración expresiva de lo cubano para las artes escénicas en el siglo XX. Fue hazaña, fogosidad, monumento, asombro, fogonazo, deslumbramiento y desmesura, capaz de poner a un lado toda su refinada educación musical para entregarse a la cultura popular.
Su voz se sumó a la historia de la radio en el país, cuando participó de la primera trasmisión cantando Rosas y violetas de José Mauri, y Presentimiento de Eduardo Sánchez de Fuentes. Entonces, desde muy temprano, ya se sabía que era emblemática.
Luego del Himno Nacional en aquella primera transmisión, el 10 de octubre de 1922 y el presidente Zayas diera su discurso para dejar clara su participación en el hecho, se escucharon las interpretaciones de Rita Montaner; para quien este medio resultó ser un espacio vital, particularmente cuando en la década de 1940 llevó al aire un personaje intacto todavía: Lengualisa.
Lengualisa es hecho socio-histórico, una acción política desde la practica teatral, en este caso la radio, donde el personaje se metía en camisas de once varas hurgando en la problemática de la vida diaria; y, entre chistes y ocurrencias picantes, salía con aquella frase que forma parte de nuestro más condimentado argot: «es mejor que me calle que no diga nada».
Lengualisa es parte de la película Romance musical de Ernesto Caparrós, donde Rita estrenó la copla La chismosa conocida popularmente como Mejor que me calle. Después, en la RHC Cadena Azul, empezó a pegar entre los oyentes y a molestar a los del poder que se crispaban al escuchar la estrofa «Mejor que me calle, que no diga nada, de lo que tú sabes, de lo que yo sé, eh, eh, mejor que me calle, que no diga nada…»
Tanto llenó el cántaro de la paciencia de los funcionarios públicos y los políticos que suspendieron el programa. Hasta dicen que hubo un intento de atentado a Rita.
Pero nada, con ella no se podía, y puso la Lengualisa en el Teatro Campoamor.
Como era tanto el furor por el personaje, la CMQ Radio decidió que no se podía perder aquello y en 1946 puso en el aire el programa Mejor que me calle, escrito por Francisco Vergara, teniendo como contraparte a Mojito, interpretado por Alejandro Lugo, y entre los dos despellejaban al desgobierno de entonces.
Ahora, a 120 años de su nacimiento, ¿qué quedará por decir de Rita Montaner?
Alicia Alonso y Rita Montaner levantan a nivel planetario un perplejo configurador del mayor de los hechizos; y, digamos que, lezamianamente, en ambas operó el dador sentido del azar complaciente, la causalidad y lo incondicionado condicionante por la ruta conjugadora de la vivencia oblicua.
Resultó que en el emblemático Palace de París, en 1928, la egregia Raquel Meller tiene que interrumpir sus presentaciones por una afección vocal; y ahí estuvo Rita para estrenar Mama Inés el 16 de septiembre de 1929, en la revista Le luxe de París, donde la española brillaba; pero también donde la cubana fue catapultada a la fama y se convierte en la insigne embajadora de la música popular cubana.
A partir de entonces, Rita Montaner se paseó por la médula de la capital francesa, removiendo los primeros aires de las vanguardias artísticas al ritmo de Mama Inés y El Manisero.
Alejo Carpentier, en un artículo que publicó la revista Carteles en 1929 destaca que «su Mamá Inés estallaba cada noche en los feudos de Raquel Meller, con una elocuencia que convencía a los más tibios. […] Esta canción llegaba por su carácter y su gracia. Olía a trópico. Tenía fragancias de fruta al sol, y auténtica alegría arrabalera».
Y de igual manera reseña el escritor cómo «el público pide Mamá Inés, y los ingleses y franceses lo bailan o hacen esfuerzos por bailarlo. La movilidad y el dinamismo de esa música vencen todos los escrúpulos. Muchachas oxigenadas, que nunca salieron de París, cobran ínfulas tropicales y exigen el bis a gritos. Los archiduques rusos pierden sus monóculos. Los yanquis gritan “¡Oh, wonderful!”. Las pálidas hijas de Albión olvidan por un instante sus poses prerrafaelistas al enterarse del sortilegio sonoro que viene de las Antillas».
Este 20 de agosto conmemora el aniversario 120 del natalicio de Rita Montaner, que aún está en las causas de nuestra música popular, deslumbrando con sus efectos de ínsula meridiana de lo cubano.
Música de Concierto y Cultura en Cuba 