Beethoven y la Ilustración

Por Yamilé Jiménez
El célebre filósofo Immanuel Kant describió la Ilustración, a grandes rasgos, como el paso de la menor a la mayoría de edad, de la infancia a la adultez; y aseguró que, un hombre ilustrado, era quien desechaba la sumisión en favor de la libertad de su razón.
En este aspecto, la figura de Ludwig van Beethoven es descrita muchas veces como la imagen de esa emancipación, del genio de la cultura europea y del músico revolucionario, toda vez que protagonizó la mayor trasformación acontecida en la música moderna por su extensa producción y (sobre todo), por la manera de crear sus obras y hacer de ellas un objeto digno de apreciación.
Como otros tantos, fue obligado a depender de concesiones y comisiones de patrones ricos y aristocráticos. Sin embargo, despreciativo de convencionalismos y ortodoxias, debió haberse sentido totalmente fuera de lugar, dependiendo de mecenas y protectores. No obstante, consiguió desde bien temprano otorgar modernidad a su música, convertirse en un pianista novedoso y en un compositor original.
Cuando tenía unos 28 años de edad era todo un éxito en Viena, hasta que el infortunio tocó enérgicamente a su puerta y, luego de sufrir un tipo de meningitis, su capacidad auditiva comenzó a debilitarse. No se volvió totalmente sordo hasta sus últimos años. Pero, tener conciencia de esta limitación (en particular), debió haber sido un tormento indescriptible.
Forzosamente abandonó la carrera de pianista y comenzó a mostrar signos de depresión. Solo la composición lo salvó de un factible suicidio.conocer-historia-muscia-beethoven-xlsemanal-6-768x506
Convertido en un ser antisocial e iconoclasta Beethoven, supo reinventarse y aunque no siempre disfrutó de holgura financiera, la publicación de sus obras devino su sustento principal y gracias a ello el prestigio y el reconocimiento nunca le abandonaron.
Muchas de sus creaciones se vendieron bien, por medio de suscripciones. Los compradores en su mayoría eran aristócratas diletantes y músicos, como un público menos avezado, para el cual también publicó partituras de fácil ejecución.
Artaria (que igualmente dio a conocer entregas de Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart) fue la primera editorial que divulgó en 1793 obras de Beethoven, con las cuales obtuvo elevadas sumas de dinero. Del mismo modo, con fines económicos, utilizó otras editoriales para poder ganar más dinero.
Aunque se dice que en cada edición Beethoven aumentaba el precio de sus partituras, aquellas aceptaban de buen grado sus condiciones, pues sabían de antemano que resultaría un negocio lucrativo.
Lo que no lograron, a pesar de los numerosos intentos dentro y fuera de Alemania, fue que Beethoven firmara un contrato de exclusividad con ninguna de las editoriales, porque aquel hombre (rebelde e insubordinado), siempre defendió a ultranza, la libertad de divulgar su propia música.

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close