Vida original y dramática muerte

Por Yamilé Jiménez

Aunque luego de su fallecimiento, Alessadro Stradella fue minimizado por la obra de sus contemporáneos Antonio Vivaldi y Arcángelo Corelli, nadie duda de que se trata de  un compositor notable  en su tiempo, tanto por la valía de su música como por la agitada y disoluta vida que, según cuentan,  lo llevó a la tumba poco antes de cumplir los 43 años de edad.

Stradella nació en Italia el 3 de abril de 1639 y aunque escasean los datos de sus primeros años de vida, se cree que estudió música en Bolonia y luego se trasladó  a Roma donde pasó algunos años componiendo motetes, oratorios y óperas.

Desde joven tocaba el laúd y el violín, y aunque su fortuna le permitía vivir sin preocupaciones económicas, muy pronto comenzó a componer  y también a llenar sus días de aventuras creando un currículo lleno de ofensas, estafas, humillaciones y toda suerte de  aventuras amorosas que condicionaron las hostilidades de muchos poderosos; quienes, de una u otra forma, tomarían venganza por sus actos.

Hacia 1669  y encontrándose en Roma, Stradella se vio envuelto en un escándalo por intentar desfalcar a la Iglesia Católica; razón por la cual, aunque no logró concretar la estafa, huyó de la ciudad para evitar represalias.

Al poco tiempo regresó. Pero una nueva querella (esta vez con el cardenal Alderan Cibo) lo obligó a trasladarse  a Venecia,  ciudad que muy rápidamente se hizo eco, tanto de sus partituras como de sus disímiles aventuras de seducción y engaños.

El más resonante de sus episodios aconteció en 1677, cuando al ser contratado por  un noble para impartir lecciones de música a su esposa, conquistó  a la presunta discípula  mucho antes de que pudiera mostrarle los secretos del pentagrama.

El cornudo, una vez enterado del asunto, contrató a dos delincuentes con la misión de poner fin a la vida de los amantes. Sin embargo, otra vez, la fortuna sonrió al músico; que logró escapar ileso del conflicto y huyó acompañado de la dama infiel.

Así llegaron a la ciudad de Turín  y luego  Alessadro Stradella se dirigió a Génova donde compuso varias obras, dedicándose por entero a la música durante tres años.

Pero su espíritu aventurero y su inclinación natural a involucrase en conflictos, lo llevaron a un nuevo litigio de faldas y esta vez no pudo escapar de su verdugo, quien lo apuñaló hasta matarlo el 25 de febrero de 1682.

Más allá de su amplio catálogo de conquistas amorosas y apremios de toda clase, Alessadro Stradella compuso varias piezas instrumentales, sobre todo para conjunto de cuerdas y bajo continuo; además de varias óperas,  cantatas, motetes  y oratorios,  entre los cuales destacan San Giovanni Battista, compuesto  en 1675; y La Susanna, de 1681.

Su agitada existencia fue llevada al pentagrama operático en  tres oportunidades, y a una novela donde la ficción y la vida real del músico se fusionan, escrita en 1909 por un novelista estadounidense  bajo el título de Stradella.

Alessadro Stradella
Alessadro Stradella

 

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